Cuenta la leyenda que Macnod Diruam
era un joven de una belleza extraordinaria.
Él era feliz viviendo con su madre en una Isla casi despoblada, hace muchos años, antes de
que el mundo como lo conocemos hoy existiera.
Pero la tragedia llegó a sus
vidas, tras el terrible asesinato de su madre, su única compañía en el mundo y
la persona que más amaba, Macnod ya no era el mismo. Evitaba relacionarse con
la gente, permaneciendo siempre solitario. Nadie sabía que él solo buscaba
venganza.
Una mañana, los pocos habitantes
de la Isla quedaron aterrorizados al despertar y ver el cuerpo descuartizado de
un hombre, todos protegían sus chozas creyendo que el asesino era algún animal salvaje.
Ignoraban que
la amenaza era aún mayor.
Cuando todo parecía volver a la
normalidad, sucedió de nuevo, y esta vez más seguido, cada día una nueva
victima era encontrada en el centro de la Isla. Los pobladores alarmados,
sospechaban de una persona, aquella que había cambiado desde la muerte de su
madre.
No sabían que Macnod había sido
poseído por un extraño y ancestral espíritu, aún así decidieron tomar la
justicia con sus propias y lo mataron, o al menos eso creyeron.
Parecía que la Isla había vuelto
a ser pacífica, no más muertes… aunque eso no duraría mucho. Nunca nadie volvió
a habitar el lugar, no después que se supo que el último lugareño, fue
descubierto muerto.
Pero ese mito nunca llegó los oídos
de Maddison Blair, Joy Levinson, Charlotte
Doe y Sienna Tantum, quienes deciden
pasar las vacaciones en una exótica Isla de la que oyeron hablar, deshabitada
si no cuentas a los animales. Ellas no sabrán lo que les espera en la Isla
Macnod.
